Do you want a coffe? {Niall}

Bajé de mi bicicleta. Era se esperar que un famoso anduviera en los mejores autos del mundo, casi, pero al parecer esa moda no me había afectado a mí; aunque tuviera lo suficiente como para comprarme un buen auto, prefería utilizar un medio de transporte mucho más sano e inofensivo que los autos. ¿Y que mejor que una bicicleta? Además, debía de admitir que era bastante linda; se diseño era idéntico a las bicicletas de los años sesenta, era de un celeste pastel y parecía casi nuevo.

La amarré con mi cadena en un fierrito cerca del Starbucks y luego ingresé al lugar. Los bocinazos impacientes de los conductores fueron reemplazados por el bullicio de gente conversando y tazas siendo puestas sobre las mesas, además de gente parándose y sentándose. Prefería este tipo de sonidos que los impacientes de afuera. Apenas entré me dirigí rápidamente al mesón, donde no había nadie haciendo la fila, por suerte, y me pedí un capuccino. Cuando me dio el vuelto de mi dinero le dí una sonrisa de agradecimiento al cajero y luego caminé hacia una de las mesas del local, una de las cuantas que estaban desocupadas, y me senté. Comencé a jugar con un papelito en blanco que tenía en mi bolsillo, esperando a que mi capuccino estuviera listo.

Me paré para ir a buscar mi capuccino, que ya estaba listo, y luego volví a sentarme en mi mesa. No sabía exactamente que hacía sentada ahí, si iba a estar todo el rato sola, por lo que había planeado ir a mi casa y quizás pasar ahí todo el día. Si sonaba aburrido. Gracias al Señor de arriba llegó un mensaje a mi celular. Distraídamente lo saqué del bolsillo de mis jeans y lo leí; era de Niall, una sonrisa se dibujó en mi rostro mientras que lo leía e inmediatamente le respondí "Sirviéndome un café en el Starbucks, ¿vienes? :3". Luego dejé mi celular sobre la mesa, en espera de su respuesta.

Pocos minutos después alguien me habló. El acento era imposible de no descifrar y cuando Niall se sentó frente mío, le dediqué una enorme sonrisa. Hacia demasiado tiempo que no nos veíamos, sólo habíamos tenido la oportunidad de conversar por celular y mensajes, pero eso no era lo mismo que verle la cara, sus ojos claros y sus cabellos rubios.

-Por supuesto, mi duendecillo- le respondí riendo. Me encantaba llamarlo así, pero nunca había sabido si le gustaba o no. Me bajé de la silla y caminé hacia donde estaba, para darle un abrazo y un beso en la mejilla- Te extrañé mucho, Niall.

-Y yo te quiero más- le dije, con una sonrisa. Le di un eso en los labios antes de ir a sentarme de vuelta en mi silla y darle un sorbo a mi café. Guardé mi celular en el bolsillo de mis jeans, pues ya no necesitaría esperar algún mensaje de Niall por el momento.

-Mi itinerario para hoy era...dormir y aburrirme- me encogí de hombros y luego reí- Mi vida últimamente no es de lo más interesante; no he tenido muchas sesiones de fotos y al parecer tendré poco trabajo esta semana.

Si no amara modelar ropa no sería modelo, por lo que igual me era aburrido estar muy corto tiempo en los sets. De alguna u otra manera, me encantaba estar repleta de sesiones; pues amaba mi trabajo.