strike back {Pettyfer}

El día de hoy era más que un día libre para mí, mucho más que eso era un día perfecto pues tenía boletos para ir a ver a mis amados Yankees, lo único malo era que no vendrían mis amigos conmigo pero aun así estaba feliz de verlos jugar. Los boletos habían sido más un obsequio de algún patrocinador supongo, no preste demasiada importancia a eso aunque como me lo temía seguramente no eran “gratis” en su totalidad y después tendría que hacer promoción de algún producto, reloj o marca en alguna alfombra roja.

Como parte de mi camino para llegar al estadio conduje por las calles típicas que según yo eran más accesibles y libres de tráfico aunque casi me da un infarto cuando al llegar al lugar y después de que la señorita encargada me diera una amable bienvenida al momento de asignarme mi lugar veo que me corresponde junto a un rubio odioso de apellido Pettyfer muchos atribuían mi repentino comportamiento hostil hacia él a los rumores acerca de Vanessa pero la verdad es que todos se equivocaban Alex por sí mismo me causaba indigestión con solo verle. Agradecí una vez más el ser invitado y pase al lado del rubio buscando mi asiento diciendo –podrías moverte un poco por favor!- dije en tono no muy amistoso y aprovechando encontrarnos hombro con hombro para levemente empujarlo después de ver que Pettyfer estaba abarcando más lugar de la cuenta.

Al parecer hoy no era mi mejor día, lo único bueno es que por fin tenía un día libre y no lo iba a desperdiciar aunque normalmente era lo que mejor se me daba hacer. Tampoco tenía un motivo aparente ni una buena razón por la que estar mal, simplemente desde que me desperté supe que hoy no iba a ser un buen día, así que esperaba a que ese sexto sentido fuera falso y me fuera mejor de lo que me había ido la mañana. Salí a dar una vuelta y hubo algo que me sorprendió bastante. Había tirada en el suelo una entrada para ver a los Yankees. Veía como mi suerte iba cambiando por momentos a mejor, así me agaché a cogerla y vi que esta tarde era el partido. No pude encontrar otra cosa mejor en la que malgastar mi tiempo libre.

Al llegar la tarde, me preparé para ir al partido. Tampoco era muy aficionado a los Yankees, pero esta oportunidad no se presentaba todos los días y seguro que mucha gente querría estar en mi lugar, así que por qué no, fui tranquilamente al estadio donde se jugaba. Al sentarme en el sitio que me correspondía, oía gritos por todos los lados, pero hubo una voz que me llamó un tanto la atención, simplemente porque se estaba dirigiendo a mi, no por nada en especial. Tienes más sitios por los que pasar. Contesté rodeando los ojos. Pero seré amable y te dejaré pasar. Dije apartándome un poco para que mi gran amigo Efron, que se note el sarcasmo, pasara. Al final volvió mi mala suerte. Realmente no sabía si el chaval este me veía como una competencia por su adorada Vanessa, en realidad no tenía porque, ya que a mi no me interesaba lo más mínimo. Pero el echo de no soportarle seguramente que me hacía la tarde mucho menos aburrida y más animada.