i want tea don't wanna coffee {Lily}

La cabellera castaña de Lily se movía rítmicamente mientras que el intenso viento soplaba contra su diminuta figura y abundante cabello de color café mientras caminaba por las calles de Nueva York en sus altísimos tacones tratando de mezclarse entre la muchedumbre como una turista más, aunque eso se le hacía imposible, por más lentes oscuro que llevara puestos o si pusiera de pretexto que estaba hablando por teléfono. Pero lo bueno, es que todo aquel que se la encontraba en la calle y lograba reconocerla, milagrosamente no la molestaban, simplemente le daban su espacio y le trataban como cualquier otra persona.

Luego de haberse caminando casi todas las calles de la Quinta Avenida y Manhattan, el último lugar en el que le faltaba por estar, era el Starbucks, ya que su cuerpo le pedía algo de beber además de que necesitaba tomar asiento y descansar sus pies, ya que los zapatos que llevaba puestos, eran nuevos y le apretaban un poco. Un poco más era lo que le faltaba por llegar, antes de que le entraran las ganas de quitarse los tacones a medio camino y entrar al local con ellos en la mano. Finalmente encontró el bendito Starbucks, empujo la pesada puerta de vidrio haciendo que el pequeño ‘bip’ del sistema, indicara que había llegado pero casi nadie giro en dirección hacia la puerta, para ver quien había llegado. Se acercó al mostrador y le pidió un Mokaccino frozen a la joven junto con un pastelillo de chocolate, pago y tomo ambas cosas para después buscarse una mesa. Pero fue más rápida que veloz, cuando de repente su mirada se topó con una figura masculina demasiado conocida sobre todo por ese singular cabello café. Con el café y el pastelillo en ambas manos, la castaña camino hasta la mesa donde estaba Zac Efron, su mejor amigo y a quien no veía desde hacía tiempo. -¿Es esa la manera de tratar a tu mejor amiga?- Pregunto la castaña esperando a que alzara su cabeza para que le pudiese ver.

La castaña no podía salir de su asombro al escuchar aquellas palabras provenientes de la boca de Zac, ella simplemente le miraba con un rápido parpadeo de ojos aunque las ganas de lanzarle el pastelillo de chocolate en la cara no le faltaban pero tenía que comprender las razones por las cuales decía semejante cosa. Seguramente no quería tener a nadie molestándole mientras se aprendía su libreto. -Pues estoy segura que esa amiga que dice que no tiene, se debe sentir dolida por lo que acaba de decir- Dijo la castaña sin quitarle la vista de encima observando cada uno de los movimientos que hacía hasta que su amigo ojiazul, alzo la vista y por la expresión de su rostro, pudo sacar la conclusión de que estaba contento de verle. -Hola Zefron- Le saludo la castaña con una amplia sonrisa en su rostro.

Sabía que no duraría mucho esa mueca suya de abrazarse a sí mismo, por lo que extendió sus brazos hacia los lados cuando le miro venir hacia ella para abrazarle, le correspondió ese abrazo efusivamente también casi estrujándole evitando que su café se derramara o que el pastelillo que traía en la mano resbalara de su mano. -Se lo mucho que te gusta el chocolate y como mejor amiga tuya, debes permitirme consumir calorías. Estoy muy delgada- Dijo mirándole mientras colocaba el pastelillo y el café sobre la pequeña mesa en la que estaba él te y el libreto que leía Zac. -No- Dijo colocando su bolso en el brazo de la silla para después sentarse en ella.

La castaña le miraba con una simple y dulce sonrisa a la vez que negaba suavemente con su cabeza al escucharle decir aquellas palabras. Conociendo como era Zac, sabría que el chico cometería alguna locura con tal de reparar cualquier daño que le haya hecho por mas inofensivo que haya sido o que no haya tenido alguna importancia alguna. -¿Qué harás ahora?- Le pregunto mientras le observaba subirse en el sillón mientras que algunas cabezas presentes que les rodeaban les volteaban a ver, no de haber tenido las manos ocupadas, seguramente se hubiera cubierto el rostro de la vergüenza y bajarlo de un jalón del sofá. -Agradezco que le hayas hecho promoción a mi nueva película pero no era necesario que hicieras todo eso- Dijo mientras le miraba bajarse del sillón a la vez que las demás personas que les observaban, volvían a lo suyo e internamente les agradecían por no armar un bochorno por dicho acto provocando por su amigo. La castaña asintió rápidamente cuando le pregunto si estaba feliz y ella simplemente le dedico una sonrisa de oreja a oreja. -Tu también eres mi mejor amigo y te quiero mucho- Finalizo la castaña diciéndole con un tierno tono de voz mientras que fingía que se limpiaba una pequeña lagrima tras decirle que le quería también.

Mientras le daba un pequeño bocado al pastelillo de chocolate, la castaña observo como su amigo volvió a prestarle atención al libreto y no a ella, por lo que decidió colocar su mano encima del libreto y alejarlo de sus manos al cerrarlo y guardarlo en el interior de su bolso. -Como si no supieras quien es y si pretendes reclamarme por qué no te dije en un principio, fue porque quise mantenerlo en secreto - Le contesto mientras se encogía de hombros levemente sin saber que más decirle, era cierto que era su amigo y que debía haberle contado a él antes que a nadie pero siendo lo reservada que es, prefirió mantenerlo así.