Las chicas se van de compras, prepárate... {Nessa *-*}

Había llamado esta misma mañana a Vanessa por el móvil, quería saber que era de su vida y si tenía algún hueco en la agenda para quedar conmigo. La sorpresa había sido cuando había exclamado que esta tarde estaba libre y como yo también lo estaba pues habíamos decidido vernos. Hacia algunas semanas que solo me había comunicado con ella mediante el teléfono ya que las dos estábamos demasiado ocupadas como para poder vernos pero por fin hoy íbamos a tener la oportunidad de estar otra vez las dos juntas y pasar un buen rato. De esto no me cabía la menor duda ya que con Nessa siempre encontrábamos algo divertido que hacer, los momentos a su lado eran muy bueno y nunca me había aburrido si ella era mi compañía.

Habíamos quedado en ir al centro comercial, era una de las mejores opciones porque este tenía de todo: tiendas, cafeterías, salones de juego, etc. Además, a las dos nos apetecía ir de compras. Sí, somo unas chicas a las que les encanta ir de compras. El centro me quedaba un poco lejos así que ogí las llaves de coche, era cierto que el tráfico en LA era algo insoportable pero esperaba que a estas horas de la tarde no hubiera demasiada gente conduciendo hacia el mismo sitio que yo. Después de media hora al volante, por fin había logrado llegar a mi destino. Aparqué el coche en la primera plaza de aparcamiento libre que encontré y después de coger mi bolso, me dirigí hacia la entrada para esperar allí a Nessa ya que parecía que ella aún no había llegado. Si me quedaba a esperarla fuera tenía muchas posibilidades de que me encontrara nada más llegar, si entraba quizá tardaríamos más tiempo en dar una con la otra.

Ese día estaba contenta. Había quedado con una de mis mejores amigas después de pasar semanas sin verla y hablando únicamente por teléfono. Era un poco deprimente. Pero el trabajo nos mantenía muy ocupadas a ambas. Me alegré de que por fin pudiéramos pasar algo de tiempo juntas. Ya era hora. Salí de casa con bastante tiempo de antelación. No quería llegar tarde. Cogí el coche y conduje hasta llegar al centro comercial. Aparqué lo más rápido posible para intentar no llegar tarde. sabía que Ashley siempre llegaba antes que yo y no quería hacerla esperar mucho. Era un hueco un poco apartado de la entrada del centro, pero algo era algo. No me importaba andar un poco si así tenía mi cochecito aparcado en un buen sitio.

Me coloqué la cazadora vaquera y comencé a caminar hasta la puerta, y vi que mi amiga ya había llegado, como me esperaba. Sonreí ampliamente al verla. –¡Ash! –Grité mientras agitaba la mano para llamar su atención. Corrí hacia ella sonriendo y la abracé. -¿Cómo estás, amiga? –Le pregunté en cuanto nos separamos. –Cuanto tiempo sin saber de tu vida. –Le hice un gesto para que pudiéramos entrar al centro comercial y comenzar con nuestra tarde de diversión.

Oí que alguien me llamaba y identifiqué la voz como la de Nessa -Nessa- exclamé con una gran sonrisa en mi rostro mientras veía como se acercaba hasta donde yo estaba y nos abrazamos. La abracé suavemente, sin querer hacerle daño pero con cariño. No es que fuera una mujer fuerte ya que no lo era pero si te abrazaban con todas las fuerzas te podían hacer daño igualmente pese a que la otra persona no tuviera una gran fuerza -Pues la verdad es que muy bien, disfrutando de uno o dos días de descanso antes de volver a empezar las sesiones fotográficas que tengo concertadas- le expliqué sonriente mirándola de arriba a abajo, no había cambiado nada desde la última vez que la vi. No es que hubiéramos pasado mucho tiempo sin vernos ya que apenas habían sido unas semanas pero en unas semanas podían cambiar muchas cosas de la otra persona como por ejemplo el estilo de ropa, el peinado, etc -¿Y tú, cómo estás? Porque ciertamente se te ve de maravilla- exclamé mientras las dos íbamos entrando por las puertas del gran centro comercial, aquí no sería demasiado difícil perdernos. Me alegraba de conocer el sitio de maravilla y así saber donde estaban las tiendas que nos interesaban más a las dos.

-Demasiado tiempo, esto de estar tanto tiempo sin vernos no puede ser bueno. Aún me acuerdo cuando estábamos todo el día juntas en las grabaciones de High School Musical, añoro esa época- dije sinceramente recordando los buenos momentos que había pasado en el rodaje de cualquiera de las tres películas -¿Te parece si primero vamos a la tienda de la segunda planta? Esa en la que la mayoría de vestidos son de noche así podríamos mirar para próximas premieres o eventos- le pregunté esperando que ella entendiera de que tienda se trataba.

Llegué junto a Ashley y me devolvió el abrazo. Me alegré de que se encontrara bien, hacía bastante que no sabía de qué estaba trabajando. -¿Sesiones fotográficas? –Abrí los ojos desmesuradamente. –Ojalá tuviera yo unas pronto. –Dije en tono decaído. –Hace un par de meses que no hago una y la verdad es que se echa de menos. –Me di cuenta de que eso sonaba algo raro.–No es que no me guste actuar o cantar. Sabes que me encanta, me conoces mejor que nadie. –Dije sonriendo. –Pero de vez en cuando, me gusta variar un poco, ya sabes, cambiar de aires. –Entramos por las puertas del centro comercial. –¡Gracias! Pues estoy bastante bien. Últimamente hago mucho ejercicio, me gusta mantenerme en forma. Además, estoy barajeando varios conciertos por Europa Occidental. –Entonces se me ocurrió algo. -¿Te imaginas que hiciéramos un dueto tú y yo? ¿En un concierto? Sería alucinante. –Hable con mucho entusiasmo.

Ashley y yo nos conocíamos ese centro comercial como la palma de nuestra mano. Cuando nos veíamos más tiempo, pasábamos mucho tiempo allí metidas. Sonreí cuando dijo lo de HSM. –Sí, yo también lo echo de menos. Tenemos que llamar a los chicos y salir a cenar todos alguna noche. Sería muy divertido. Como en los viejos tiempos. –La verdad era que yo también echaba mucho de menos esos años que pasamos rodando las tres películas. Era una combinación de las dos cosas que más nos gustaba hacer: Cantar y actuar. –Me parece perfecto. –Respondí sonriendo de oreja a oreja. –He de renovar el armario. –Sí, gastaba mucho pero me gustaba, era un vicio que no podía dejar. Tal vez debería hacer algo de terapia con Isla Fisher en esa película, Confesiones De Una Compradora Compulsiva.

-Sí, por desgracia o por suerte estoy realizando sesiones fotográficas. Aunque si te digo la verdad, hubiera preferido hacer la segunda temporada de Hellcats. Ya sabes que no me gustó la decisión de cancelar la serie, me parecía que tenía potencial pero no todas las personas pensaron igual que yo- le expliqué brevemente ya que cuando habían dado por finalizada la serie ya le había explicado todo el asunto a ella punto por punto y no quería volver a molestarla con el mismo tema; lo mejor era pasar página y solo quedarme con los buenos momentos durante el rodaje y no con el final de la serie. Aparté con cuidado un mechón que me molestaba y presté atención a sus palabras -Sé que te encanta y la verdad es que entiendo esa sensación de echar de menos una cosa cuando no la tienes, pero seguro que pronto te hacen una sesión de fotos- exclamé con una gran sonrisa segura de mi respuesta, Nessa era una de las famosas más destacas en LA y no tardarían mucho en pedirle una sesión de fotos, no me cabía la menor duda -Sería genial, como en los viejos tiempos en que las dos nos uníamos en un mismo escenario- respondí con ilusión en la mirada, hacia algún tiempo que no había tenido ningún concierto y lo echaba de menos -¿No puedo ir contigo a Europa? Me puedes meter en la maleta y prometo que sería buena- bromeé pensando en lo poco cómoda que estaría metida en una maleta. Además, sería algo raro.

Nos dirigimos hacia las escaleras mecánicas, esas que iban de una planta a otra del centro comercial -Pues si, sería una buena idea juntarnos todos para una cena y después podríamos ir de fiesta- exclamé imaginándome la situación ya que me había encantado su idea, hacía algún tiempo que no veía a algunas personas del cast de High School Musical y las echaba de menos. Me reí de su comentario sobre que debía cambiar el armario y bajamos en la segunda planta hasta entrar en la tienda que había dicho. Después de saludar con amabilidad a la dependienta, vi un vestido plateado que me encantó -¿Qué te parece?- le pregunté mirándola, su opinión me importaba.