The sea, sun, sand and the breeze {AlexP.}

Me encontraba en mi habitación, apenas estaba amaneciendo, el sol apenas estaba saliendo de aquellas grandes montañas e iluminaba poco a poco la ciudad, fue así que unos rayos de luz llegaron a mi habitación y desperté sabía muy bien que hoy era un día libre no tenía que ir a trabajar por hoy, era raro pues la mayoría de los días tenía la costumbre de levantarme a determinada hora y salir a grabar a veces olvidaba mis días libres, pero como hoy era uno de ellos no quería desperdícialos en casa sin hacer algo con lo que no fueran cámaras y más cosas de la farándula.

No tenía idea a qué lugar cercano ir, había muchos cerca de aquí y de tantos no podía elegir uno, simplemente antes de salir de casa tome mi toalla y me fui a dar una ducha, una ducha en la que solía cantar e imaginar varias cosas y mientras yo estaba ahí pensaba en qué lugar sería bueno visitar esta vez, salí de la ducha y me fui en dirección a el armario donde tenía ropa de todo tipo, simplemente elegí la ropa adecuada, casual, cómoda y también de mi gusto en cuando mi cabello lo dejaba caer sobre mi espalda y mi cabello se formaban unos pequeños ondulados .

Al fin después de un largo tiempo salí de casa con un pequeño bolso donde tenía lo necesario mi móvil, yo salí sin dirección simplemente tenía una sonrisa sobre mi rostro caminando por todos lados observaba la pantalla de mi móvil intentando encontrar algo nuevo en él pero claro era imposible simplemente yo estaba aburrida, en ese momento guarde nuevamente mi móvil y alce la mirada viendo que estaba en frente de mi auto, con el que no tenia ni la menor idea a donde ir pero seguro dentro de él se me ocurriría un buen lugar donde relajarme y pasármela como hace mucho no había hecho. Tome el auto y me puse a pensar en que lugares me hacia falta visitar ¡playa! fue lo que cruzo por mi mente en ese instante, la playa seria grandioso estar ahí, en una de las playas mas relajantes con un clima estupendo. Al llegar a la playa que parecía estar un poco vacía la verdad me agradaba eso ... lo que quería era pasar un día totalmente relajante el error mio que cometí fue que no venia acompañada de alguien y no quería quedarme sola en aquella playa sin una conversación y nada nuevo que pasara en mi vida.
Me tome la libertad de poner sobre la arena una toalla, en la que me senté y de inmediato empece a observar los contactos sobre mi móvil.

Me desperté sin ganas de nada, solo de estar mi día libre solo, sin nadie que me molestara, tumbado en la cama, comiendo cualquier cosa y pasando el rato viendo la televisión. Aunque últimamente no pusieran nada bueno. Me despertaba y ponían los dibujos para los niños pequeños, por la tarde los concursos que nunca había soportado y por la noche lo mejor de todo, el llama y gana, esos concursos que había que llamar cuando te sabías una respuesta pero nunca entrabas en directo. En fin, mejor dejar de pensar en eso porque ya me reía por no llorar. Las nuevas tecnologías, hacían maravillas. Así que después de haber pensado en que no había nada en casa con lo que poder entretenerme, decidí salir a explorar mundo. Que seguro que no me vendría nada mal, ya que estaba aburrido de los sitios a los que iba siempre. Realmente no tenía ni idea de donde ir y también era verdad que me daba igual, con tal de salir de casa.

Me preparé, no mucho porque tampoco salía para nada importante. Así que unos vaqueros, una camiseta y unas zapatillas fue lo que me puse. Ropa cómoda y no me podía olvidar del pelo despeinado. Nunca me había gustado peinarme, no por nada, sino porque no soportaba que nadie me tocara el pelo cuando estaba bien peinado, así que desde ese momento, ya no tenía porqué peinarlo. Tal vez había sido la conclusión más tonta que había pensado nunca, y eso no era algo que me definiera demasiado, pero no tenía nada más que decir.

Después del poco tiempo que tardé en arreglarme, salí de casa con tranquilidad, viendo todo. De vez en cuando me ponía a silbar una canción o a dar patadas a cualquier cosa que me encontraba por el suelo. Desde pequeño siempre iba haciendo eso por la calle, ya lo de no pisar rayas no, me desenganché a tiempo. Hasta que llegué a una playa. Nunca la había visto ni había estado en ella. Así que aunque no iba vestido para la ocasión, entré de todas formas. Me senté en la arena, ya que había poca gente, por no decir nadie y esperé allí a que pasaran las horas. Me podía aburrir, sí, pero no podía hacer nada, me había dejado el móvil y todo con lo que me podía entretener en casa. Así que al final no había sido muy buen plan el venir a la playa, a no ser que me metiera al agua con ropa o sin ella, cosa que no iba a hacer.

En ese momento aun seguía observando la lista de contactos que tenía en mi móvil, dudaba en llamarle a alguien debido a que no quería molestarlo pero yo no podría quedarme en esta playa casi vacía y sola sin ninguna diversión que era realmente lo que yo buscaba hacer en este día que me había tomado libre.

Deje el móvil por un momento esperando que la persona indicada llegase frente a mí que era casi imposible o esperar a que en mi mente llegara persona a la que invitar, si en ese momento muchas personas pasaron sobre mi mente que me pusieron a pensar si ¿enviarles un sms o no...? Pero lamentablemente no llegaba a ninguna conclusión, pero de pronto en un abrir y cerrar de ojos se me había pasado por la mente el nombre de “Alex Pettyfer” Si aquel chico que me robaba mis suspiros y que posaba unas sonrisas en mi rostro mientras pensaba en él. Tantos sentimientos encontrados por aquel chico, si aun recordaba en el momento que nos vimos por primera vez en el set de grabación desde ese momento al verlo me perdí en sus ojos y claro aun no comprendía en aquel entonces que es lo que sentía por él, esos días fueron tan confusos no sabía que es lo verdadero que sentía por Alex o tal vez yo me lo negaba por el temor de ser rechazada o por perder la gran amistad. Eso se aclaro con el paso del tiempo cuando sentía esa sensación de peinarme sobre el espejo pensando en él, aquellas sensaciones de felicidad que sentía cuando mi móvil empezaba a vibrar sabiendo que era él.

Bueno me había salido del mundo y había entrado al grande mundo de mis pensamientos en los que tardaba en salir pero siempre que salía de ese mundo un suspiro salía de mí, fue en ese suspiro que me anime a marcarle a Pettyfer que solo esperaba que él aceptara estar aquí a mi lado, mientras tomaba de nuevo el móvil ponía su número y ponía el phone sobre mi oído esperando escuchar aquella voz que me ponía un tanto nerviosa pero claro nervios de felicidad -¿Alex?- espere que él me reconociera –Oye Alex, ehm bueno estaba pensando en invitarte a la playa ¿Qué dices?- Finalice con una gran emoción dentro de mí y una sonrisa de oreja a oreja en mis labios. Mientras volteaba a los lados tal vez era la ilusión que tenia de que Alex estuviese en ese mismo instante ahí ...

El hecho de estar allí solo, sin nada de compañía y sin nadie con quien hablar me estaba empezando a aburrir. Solo veía a gente pasar y para no variar, la persona que yo quería que lo hiciera, no pasaba. Nadie con quien yo me llevara lo suficientemente bien se dignaba a pasar y estaba por irme de allí. Pensé que yendo a una playa tan conocida podría haber alguien interesante, pero al parecer, el más interesante era yo y eso me parecía algo preocupante.

Teniendo en cuenta que más aburrido no podía estar, estuve por irme de allí. Tal vez a dar una vuelta por los alrededores, hacer ejercicio o incluso echarme unas cuantas horas jugando a esos juegos en los que jugabas dos minutos escasos y ya estabas viciado. También había posibilidades de llamar a los amigos para hacer cualquier cosa que se nos ocurriera, pero no era muy buena hora. Todos estarían haciendo cosas muy importantes y no tendrían tiempo para mi. Ya estaba empezando a desesperarme, estuve por levantarme pero hubo algo que me interrumpió. Un sonido y una pequeña vibración había en el bolsillo derecho de mi pantalón. Saqué mi móvil rápidamente sin ni siquiera darme cuenta de quién era, no tuve mucho tiempo de mirarlo, simplemente quería cogerlo a tiempo de que no colgaran, porque cualquier cosa me podría quitar ese aburrimiento. Pero en cuanto oí la voz de la persona que me llamó, me quedé un poco desconcertado, pero más desconcertado me quedé cuando escuché el lugar al que me invitó. ¿La playa? Pregunté mientras arqueaba una ceja. Estoy en la playa. Le contesté mientras empezaba a mirar por todos los lados del lugar para ver si alguien especial se me había escapado.

El estar desconcertado y el no decirle nada de lo que normalmente le decía, no significaba que me pasara algo. Tal vez no me gustaba demasiado admitir las cosas, como por ejemplo, el decir que me gustaba alguien, que me quitaba el sueño por las noches alguien, que siempre quería estar con alguien o incluso que estaba enamorado de alguien. Pero por mucho que intentara ocultar todo eso, yo sabía que eso era imposible, ese alguien era ella, mi rubia a la que no la cambiaría por nada del mundo. En estos momentos, era la persona más especial que tenía, la que me quitaba todas las penas y la que me hacía ser mejor persona de lo que era. A veces sentía que si algún día la llegaba a perder, mi vida no tendría sentido, pero todos esos pensamientos cambiaban cuando ella me miraba y me sonreía.

Seguía esperando ansiosamente aquella voz por medio del móvil, tan solo escuchar su voz me hacía sentir totalmente diferente y también me hacía sentir muy especial, algo que ah muchos les gustaba sentir ¿a quién no le gustaría sentirse especial con aquella persona? Yo también lo consideraba muy especial.
Estuve escuchando lo que decía, lo que me dejo algo asombrada, no imagine que Alex estuviese en la misma playa que yo y al mismo tiempo era algo totalmente difícil de imaginar, pero me puse a pensar en tantas cosas que tal vez ya estaba acompañado con amigos y demás, pero en realidad solo eran mis pensamientos en los cuales no estaba nada segura de ellos – ¡Oh! ¿Enserio? – Pregunte observando a todos lados por si lo lleva a ver por ahí –y ¿estás ocupado? – Pregunte un tanto nerviosa tal vez esa pregunta era la respuesta de mi pregunta anteriormente, si decía que estaba ocupado era que andaba con unos amigos y quizás no le gustaría que lo molestara o de lo contrario estaría igual de solo, vagando por la playa.

Sostenía el móvil aun con mi mano y no sabía por qué buscaba desesperadamente al rubio que me tenía un tanto preocupada tal vez si sabia la razón del el por qué me encontraba tan preocupada y desesperada por encontrarlo, pero no quería aceptar de tener aquellos pocos celos de que en ese momento estuviese con otras chicas divirtiéndose. Era inevitable pensar en eso aunque era imposible, sabia como era Alex y tenía casi por seguro que él no me haría eso yo confiaba en él -& bueno más o menos ¿por donde estas?, ya que no te encuentro por ningún lado- Volví a comentar algo preocupada mientras me paraba de la arena y empezaba a caminar alrededor de la playa.
Algo me decía que tenía que encontrarlo, me encontraba en la necesidad de tenerlo a mi lado para sentir aquella felicidad incomparable y aquel sentimiento que antes no había sentido, simplemente tenerlo a lado mío era suficiente.

Agradecí su llamada bastante. Tal vez era la única persona a la que tenía ganas de ver ahora mismo o simplemente con la que tenía ganas de hablar, aunque fuera solamente un minuto, cualquier cosa que viniera de ella me hacía estar mejor. La alegría y la ilusión que tenía en ese momento no la conseguía cualquiera, solamente ella.
Y la razón de mi alegría era simplemente que aunque en esos momentos no la estuviera viendo, sabía que estaba cerca y que tarde o temprano nos íbamos a acabar encontrando. Tal vez, era algo que nunca se me hubiera pasado por la cabeza, pero era un tanto curioso que los dos hubiéramos coincidido en ese lugar y a esa hora. Pero de todas formas, no me quejaba por nada, en cambio, me gustaba bastante esa idea. En serio. Contesté asintiendo con la cabeza aunque supiera que ella no me estuviera viendo. ¿Ocupado? ¿Yo? Dije arqueando una ceja. Tampoco era un chico demasiado ocupado, más bien, mi vida era tranquila, todo iba a su debido tiempo y más que tranquila, despacio. Mi vida iba más lenta que la de los demás. Me lo tomaba todo con demasiada calma, aunque eso llegara a ser en algún momento malo. Para nada.

Pues estoy.Me quedé por un momento pensativo y me puse a mirar de un lado a otro intentando saber donde estaba, aunque al parecer toda la playa era igual. Por la parte de arriba. Dije con inseguridad y preguntándome si ese era realmente el sitio en el que me encontraba. Yo sabía de sobra que a veces era alguien un poco insoportable, difícil de aguantar y esas cosas pero me alegraba que ella supiera estar conmigo en los momentos en los que más la necesitaba. A veces solo pedía que estuviera a mi lado, y lo demás ya me daba todo igual. Pero en fin, ahora solo tenía ganas de encontrarla.