Darkness in London +18 {Vampiros, Licántropos, Brujas, etc. RPG} -Afiliación Normal-

Según las tradiciones de los vampiros, transmitidas principalmente por vía oral y recogidas en el Libro de Nod, el primer vampiro de todos fue Caín, hijo de Adán y Eva, y hermano de Abel. Caín fue el primer asesino de la historia, porque mató a su hermano Abel, y debido a ello fue tres veces maldito por el creador. Maldito a vagar permanentemente por el mundo, condenado a no volver a exponerse a la luz del sol. Maldito a no morir nunca, con lo que su agonía y su dolor se convertirían en eternos. Y aún fue maldito una tercera vez, y ésta fue la peor maldición, ya que fue condenado a alimentarse de la sangre de otros humanos; sangre fue su pecado, y sangre sería su castigo. Por su parte, Abel, en lugar de ascender a los cielos y convertirse en un ángel, fue vinculado a la naturaleza por el mismo Ser Supremo ya que el odio que Abel sentía por su hermano le impedía poder ser un ángel de Dios. Desde entonces, casi el inicio de los tiempos, vaga por el mundo adoptando la forma de un lobo cada luna llena.

Caín vagó por la Tierra, alejado de los suyos, pero en su soledad encontró a Lilith, quién había sido la primera mujer de su padre Adán antes de ser desterrada del paraíso por desobediencia. Lilith se había convertido en una poderosa bruja, ya que los antiguos genios paganos de la naturaleza le habían entregado los dones de la misma a pesar de haber sido repudiada por el creador. Lilith convenció a Caín de que su soledad no tenía por qué ser tal si creaba más seres como él. Al principio se negó pero la eternidad puede ser demasiado larga si no es compartida, por lo que Caín comenzó a entregar su don oscuro y a convertir en vampiros a seres humanos que demostraban tener algún tipo de cualidad que él pudiese preciar.

Mientras tanto, en las profundidades de los mares surgían una mitológica raza que, al igual que los ya mencionados anteriormente, estaban condenadas a alimentarse de la vida humana. Sirenas se las llamaba, mitad mujer y mitad pez. Éstas salían a la tierra, perdían su cola y asesinaban a marineros y a todo aquel que se les cruzara en el camino, mediante la seducción. Poco a poco los océanos y mares se llenaron de esta diabólica raza y, navegar era una muerte segura. Sobretodo para los varones.

Volviendo a la tierra, tenemos que trasladarnos al antiguo Egipto. La adoración de los Egipcios por los gatos los llevaba a respetarlos y a venerarlos más que a la vida humana e incluso a Dios. Éste, decepcionado, los condenó a sufrir una mutación genética que los llevaría a lamentar su ofensa durante toda su vida y la de sus futuras generaciones. Dicha mutación los haría poder transformar su cuerpo en el de un felino y adoptar la vida de éstos. Animales adoraban y animales serían.

La vida humana empezó a peligrar ante tanta raza enemiga, pues la mayoría necesitaba esa vida para sobrevivir. Cansados de ver morir a su gente, sólo unos pocos humanos fueron lo bastante valientes para enfrentarse a los hijos de la noche y asesinos, y su valor y entrega fueron tan celebrados que la gente comenzó a llamarlos “Los Cazadores”. Si bien eran simples mortales que normalmente no habrían tenido ninguna opción ante los vástagos de Caín o cualquier otra raza, su entrenamiento y conocimientos sobre éstas les conferían una gran ventaja.

Las guerras entre Cazadores y el resto de especies sobrenaturales han sido tan encarnizadas durante siglos que desestabilizaban la neutralidad natural del mundo… Y era entonces cuando las brujas y los hechiceros entraban en escena, castigando indiscriminadamente a cualquiera grupo, según lo mereciesen.

Actualmente nos encontramos en el año 2011. Todas las razas han evolucionado y convivido las unas con las otras. Pero para que pudiese haber paz y pasar desapercibido ante los humanos y cazadores, todos acordaron permanecer en las sombras y no darse a conocer, por su propia seguridad. Sin embargo, los vampiros, decidieron pasarse por alto esa norma y seguir cazando por doquier. El resto de razas, enfurecidas por ese hecho, han detestado a los vampiros y los quieren muertos, por el bien de todos. Solo una subraza, surgida por el error de un brujo, los apoya. Éstos son llamados Inmortales, pues a pesar de ser simples humanos, no pueden morir.